Autor: Arroz de Valareña
Dificultad: Baja
Tiempo aproximado de elaboración: 15 minutos
Ingredientes:

Para 4 personas:

  • Cebollas de Fuentes de Ebro DOP: 8 unidades
  • Arroz de Valareña: 240 gramos.
  • Agua: 480 gramos.
  • Ajo: dos dientes.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Carne picada de pollo: 200 gramos.
  • Pimiento rojo: medio.
  • Sal.
  • Harina de trigo: una cucharada.
  • Vino blanco: 250 mililitros.
Elaboración:

Empieza preparando el arroz blanco para el relleno: en una cacerola pon un chorrito de aceite de oliva y dora los ajos con piel. Cuando el aceite empiece a oler a ajo, retira la cacerola del fuego y echa los 480 gramos de agua.

Devuelve la cacerola al fuego y súbelo al máximo. Cuando rompa a hervir, echa sal al agua y añade el arroz. Tapa la cacerola y baja un poco el fuego (en una cocina de inducción, con 9 niveles de potencia, puedes dejarlo en el 7). Cocina durante 15 minutos.

A los 10 minutos de la cocción puedes ver cómo está y si necesita un poco más de agua. En ese caso añade un poquito más. Una vez cocido, escúrrelo y enfríalo bajo el grifo (con agua fría).

Mientras se cocina el arroz, empieza a preparar las cebollas. Elige unas cebollas de buen calibre, será más fácil trabajar con ellas. Lo primero que tienes que hacer es pelarlas, después corta la parte de arriba de la cebolla, como si hicieses una tapa.

Con mucho cuidado, vete vaciando la cebolla. Lo ideal es dejar dos capas de cebolla formando las paredes exteriores. Reserva los trozos de cebolla que vayas sacando de dentro.

Una vez que el arroz esté listo, calienta en una sartén un poco de aceite de oliva y sofríe un poco de la cebolla que has sacado. Después, añade el pimiento rojo picado. Cuando las verduras estén tiernas, añade la carne picada de pollo y sube el fuego. Sala todo. Cuando la carne esté lista, añade el arroz que tienes cocido y saltea para que el arroz coja el sabor de la carne.

Con el relleno frío, vete rellenando las cebollas. Una vez rellenas, tápalas con la parte superior que habías retirado.

En un cazo alto, calienta abundante aceite de oliva. La cantidad de aceite tiene que ser suficiente para que llegue hasta la mitad de las cebollas. Cuando el aceite esté caliente, dora las cebollas, puedes ir echando cucharadas de aceite caliente para que se dore la parte superior.

A medida que las vayas dorando, pasa las cebollas a una cacerola amplia y baja para cocinarlas después.

Una vez que tengas listas todas las cebollas, prepara la salsa: pica los trozos de cebolla que has sacado de vaciarlas y dóralos en una sartén, a fuego lento.  Añade la harina y rehógala, hasta que se integre en el sofrito.

Echa el vino, mezcla todo y añade sal. Cubre con esta salsa las cebollas y añade agua hasta que estén casi cubiertas. Sube el fuego y deja que de un hervor. Después bájalo al mínimo y deja que se cocinen, tapadas (con la tapa ladeada) durante 2 horas.

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